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THIS MUST BE THE PLACE



Cuando nos topamos con esta película de Pablo Sorrentino, podemos tener dos primeras impresiones: “¿Por qué Sean Penn está vestido de señora?” o “¡Qué guay, un biopic de Robert Smith!”. Sea cual sea vuestra primera impresión, el film os sorprenderá, para bien o para mal, pues no es una cinta que deje indiferente a nadie.

¿Te has dado cuenta de que ya nadie trabaja y...
todo el mundo hace algo artístico?



Sean Penn, tomando prestada la imagen del líder de The Cure, se mete en la piel de Cheyenne, una estrella del rock añeja, retirado, machacado por los malos vicios de la juventud y la fama, y sobretodo muy maquillado, que vive cómoda y aburridamente junto a su mujer gracias a los derechos de sus viejos trabajos musicales. Pero la muerte de su padre, un judío superviviente del holocausto, con el cual no mantiene ningún tipo de relación desde su adolescencia, le sacara de esa vida de hastío para embarcarle en una extravagante aventura que le llevará a conocer personajes casi tan pintorescos como él.

Esta es la premisa que da paso a una road movie fuera de lo común, llena de situaciones en las que el ambiguo personaje de Sean Penn da un toque de humor excéntrico, convirtiéndose en la atracción principal de la película, junto a un elenco de secundarios brillantes entre los que destacan David Byrne (miembro fundador de la banda Talking Heads, cuya cancion This Must Be The Place da título a la cinta), que se interpreta a si mismo en una de las escenas mas memorables de la película, y el desaprovechado personaje de Mary, interpretado por Eve Hewson, hija del vocalista de la banda irlandesa U2.


Aunque se trata sin duda de una pequeña obra maestra, no es, ni muchísimo menos, un film comercial. De hecho, su ritmo pausado, parsimonioso, y en ocasiones falto de orientación y homogeneidad (un ritmo completamente enfocado al carácter y mentalidad de su protagonista), hará la película tediosa e insoportable para los espectadores casuales, manteniéndola alejada del gran público. Pero incluso con estos pequeños defectos, no puedo dejar de recomendar esta genialidad a todos los cinéfilos, rockeros nostálgicos, fans de Sean Penn (y por qué no, de Robert Smith) y a todos aquellos que busquen una historia atípica de la que disfrutar tranquilamente. Los que se atrevan con este maravilloso producto, disfrutarán además de una gran banda sonora en la que encontramos temas del ya mencionado David Byrne, Iggy Pop, y los no poco curiosos The Pieces Of Shit que hacen aparición a lo largo de la película.

 Por último, recomendar a todos los lectores su visionado en versión original, puesto que la actuación de Sean Penn no tiene desperdicio, si bien el trabajo de doblaje en su versión traducida goza de una gran calidad. 


THIS MUST BE THE PLACE THIS MUST BE THE PLACE Reviewed by Iván Jötnamorðingi on 12:30 Rating: 5

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